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La vitamina K desempeña un papel crucial en la coagulación sanguínea, siendo esencial para la salud de recién nacidos. Su deficiencia puede provocar hemorragias potencialmente graves, razón por la que la administración profiláctica de vitamina K es una práctica médica estándar en la mayoría de los países. Este artículo explora la importancia de la vitamina K en recién nacidos, detallando su función en la cascada de coagulación, los riesgos asociados a su deficiencia y las implicaciones de la administración de la dosis recomendada tras el nacimiento. Aprenderemos sobre la prevención de la enfermedad hemorrágica del recién nacido (EHRN) y las consideraciones en torno a la administración de esta vitamina vital.

Indice

La Importancia de la Vitamina K en Recién Nacidos

¿Por qué los recién nacidos necesitan una inyección de vitamina K?

Los recién nacidos tienen bajos niveles de vitamina K al nacer. Esta vitamina es crucial para la producción de proteínas que ayudan a la coagulación de la sangre. Debido a esta deficiencia, los bebés están en un mayor riesgo de sufrir hemorragias, algunas de las cuales pueden ser graves y potencialmente mortales. La inyección de vitamina K al nacer es una medida preventiva para minimizar este riesgo y asegurar una adecuada coagulación sanguínea en los primeros días y semanas de vida del bebé. Esta inyección no es una vacuna, sino una administración de una vitamina esencial que el bebé no ha podido obtener en la etapa prenatal.

¿Cómo funciona la vitamina K en la coagulación sanguínea?

La vitamina K es esencial para la activación de varios factores de coagulación en el hígado. Estos factores son proteínas que trabajan juntas en una cascada de reacciones para detener el sangrado. Sin suficiente vitamina K, estos factores no funcionan correctamente, lo que lleva a un tiempo de coagulación más prolongado y un mayor riesgo de hemorragias. La inyección de vitamina K proporciona al recién nacido la cantidad necesaria de esta vitamina para que su cuerpo pueda producir correctamente estos factores de coagulación, protegiéndolo de posibles complicaciones hemorrágicas.

¿Cuáles son los riesgos de no administrar la inyección de vitamina K?

La enfermedad hemorrágica del recién nacido (EHRN) es una complicación grave que puede resultar de la deficiencia de vitamina K. Esta condición puede causar hemorragias internas y externas, que pueden afectar órganos vitales como el cerebro o el tracto gastrointestinal. En casos severos, la EHRN puede ser mortal. Aunque la EHRN es rara, la inyección de vitamina K es una medida preventiva simple y altamente efectiva para reducir significativamente el riesgo de esta condición potencialmente letal. Es importante destacar que los beneficios de la inyección superan ampliamente los posibles riesgos asociados con la misma.

¿Qué tipo de vitamina K se administra a los recién nacidos?

A los recién nacidos se les suele administrar una inyección intramuscular única de vitamina K1 (fitomenadiona). Esta es una forma sintética de vitamina K que es segura y eficaz. La dosis se determina según el peso del bebé y se administra generalmente en la primera o segunda hora de vida. Aunque existen otras formas de administrar vitamina K, la inyección intramuscular es el método más común y efectivo para asegurar la rápida absorción de la vitamina en el torrente sanguíneo del bebé y la protección inmediata contra las hemorragias.

¿Existen efectos secundarios asociados con la inyección de vitamina K?

Los efectos secundarios asociados con la inyección de vitamina K son generalmente leves y poco frecuentes. Algunos bebés pueden experimentar un ligero dolor o enrojecimiento en el lugar de la inyección. En casos extremadamente raros, se han reportado reacciones alérgicas. Sin embargo, los beneficios de la prevención de la EHRN superan ampliamente los riesgos potenciales asociados con la inyección. Es fundamental consultar con el pediatra si hay alguna preocupación con respecto a la administración de la vitamina K.

CaracterísticaDescripción
Tipo de Vitamina KVitamina K1 (fitomenadiona)
AdministraciónInyección intramuscular
ObjetivoPrevenir la Enfermedad Hemorrágica del Recién Nacido (EHRN)
BeneficiosReduce significativamente el riesgo de hemorragias en recién nacidos
RiesgosEfectos secundarios generalmente leves y poco frecuentes (dolor, enrojecimiento)

¿Qué función cumple la vitamina K?

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Función de la Vitamina K

La vitamina K es una vitamina liposoluble esencial que desempeña un papel crucial en la coagulación sanguínea. Su función principal se centra en la activación de ciertas proteínas que son factores clave en la cascada de coagulación, un proceso complejo que detiene el sangrado tras una lesión. Sin una cantidad suficiente de vitamina K, la sangre no coagula adecuadamente, lo que puede provocar hemorragias prolongadas e incluso potencialmente mortales. Además de su papel en la coagulación, la vitamina K también está involucrada en la mineralización ósea y en otras funciones metabólicas, aunque su rol en estos procesos aún se encuentra bajo investigación.

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Función de la Vitamina K en la Coagulación Sanguínea

La vitamina K es absolutamente necesaria para la síntesis de varios factores de coagulación, proteínas esenciales para la formación de coágulos sanguíneos. Estos factores, que incluyen la protrombina (Factor II), Factor VII, Factor IX y Factor X, son sintetizados en el hígado en forma inactiva. La vitamina K actúa como un cofactor enzimático, permitiendo la modificación postraduccional de estos factores a través de un proceso llamado carboxilación. Esta carboxilación introduce residuos de ácido gamma-carboxiglutámico (Gla), que son esenciales para su unión al calcio y, por lo tanto, para su función en la cascada de coagulación. Sin la vitamina K, estos factores permanecen inactivos, y la coagulación de la sangre se ve comprometida.

  1. Factor II (protrombina): Se convierte en trombina, una enzima clave en la formación del coágulo.
  2. Factores VII, IX y X: Participan en diferentes etapas de la cascada de coagulación, trabajando en conjunto con otros factores para formar la red de fibrina que detiene el sangrado.
  3. Proteínas C y S: Son factores importantes en la regulación de la coagulación, evitando la formación de coágulos excesivos.

Importancia de la Vitamina K en la Salud Ósea

Aunque su papel principal es en la coagulación, investigaciones sugieren que la vitamina K también juega un rol en la salud ósea. Se cree que esto se debe a su participación en la activación de proteínas que regulan la mineralización del hueso, específicamente la matriz ósea. Estudios han mostrado una posible asociación entre una ingesta adecuada de vitamina K y un menor riesgo de fracturas. Sin embargo, la investigación en esta área todavía está en progreso, y se necesitan más estudios para determinar completamente la magnitud de su impacto en la salud ósea.

  1. Osteocalcina: Una proteína ósea dependiente de la vitamina K que participa en la mineralización y la formación de hueso.
  2. Matriz extracelular: La vitamina K influye en la composición y la calidad de la matriz extracelular del hueso.
  3. Prevención de fracturas: Algunos estudios sugieren una correlación entre niveles adecuados de vitamina K y una menor incidencia de fracturas óseas.

Fuentes Alimentarias de Vitamina K

Existen dos formas principales de vitamina K: la filoquinona (K1), que se encuentra principalmente en las plantas de hoja verde, y la menaquinona (K2), presente en alimentos de origen animal, como algunos quesos y carnes. Una dieta variada y rica en frutas y verduras suele proporcionar la cantidad suficiente de vitamina K. Sin embargo, algunas personas pueden necesitar suplementación, especialmente recién nacidos, personas con problemas de absorción o aquellas que toman medicamentos anticoagulantes.

  1. Vegetales de hoja verde: Espinacas, col rizada, brócoli, lechuga.
  2. Otros vegetales: Coles de Bruselas, repollo, coliflor.
  3. Alimentos fermentados: Algunos quesos, natto (soja fermentada).

Deficiencia de Vitamina K y sus Consecuencias

La deficiencia de vitamina K es relativamente poco frecuente en adultos sanos con una dieta equilibrada. Sin embargo, puede ocurrir en ciertas circunstancias, como en recién nacidos (debido a la flora intestinal aún no desarrollada), en personas con enfermedades hepáticas o intestinales que afectan la absorción, o en aquellos que toman ciertos medicamentos, especialmente anticoagulantes como la warfarina. La deficiencia se manifiesta principalmente a través de problemas de coagulación, incrementando el riesgo de hemorragias. En casos graves, puede provocar hemorragias internas potencialmente mortales. Es importante consultar a un médico si se sospecha de una deficiencia de vitamina K.

  1. Hemorragias prolongadas: Sangrado excesivo o difícil de detener tras una lesión.
  2. Moretones fáciles: Aparición de hematomas con facilidad.
  3. Sangrado nasal frecuente: Episodios repetidos de sangrado nasal.

Interacción de la Vitamina K con Medicamentos

La vitamina K interacciona significativamente con algunos medicamentos anticoagulantes, como la warfarina. La warfarina actúa inhibiendo la acción de la vitamina K, lo que reduce la coagulación sanguínea. Por lo tanto, un consumo excesivo o fluctuaciones en la ingesta de vitamina K pueden afectar la efectividad de la warfarina, incrementando o disminuyendo el riesgo de hemorragias. Es crucial que las personas que toman anticoagulantes mantengan una ingesta constante de vitamina K y consulten con su médico antes de realizar cambios significativos en su dieta.

  1. Warfarina: Anticoagulante que se ve afectado por la ingesta de vitamina K.
  2. Control de la coagulación: Es fundamental un monitoreo regular de los niveles de coagulación en pacientes que toman anticoagulantes.
  3. Consultas médicas: Se recomienda consultar a un médico antes de realizar cambios en la dieta o suplementación, especialmente si se está tomando warfarina.

¿Qué provoca la falta de vitamina K?

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Falta de Vitamina K

La falta de vitamina K, también conocida como deficiencia de vitamina K, puede provocar problemas de coagulación sanguínea, ya que la vitamina K es esencial para la síntesis de varias proteínas implicadas en este proceso. Esto significa que una deficiencia puede llevar a un aumento del riesgo de hemorragias, que pueden variar en gravedad desde pequeñas contusiones hasta hemorragias internas más graves. La severidad de los síntomas depende de la extensión de la deficiencia y otros factores de salud individuales. Además de los problemas de coagulación, se ha especulado sobre una posible asociación con un mayor riesgo de fracturas óseas, aunque la evidencia aún no es concluyente en todos los casos.

¿Qué grupos de población son más susceptibles a la deficiencia de vitamina K?

Ciertos grupos de población tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar deficiencia de vitamina K. Esto se debe a diversos factores que interfieren con la absorción, la producción o el metabolismo de esta vitamina. Una dieta pobre en vitamina K es un factor importante, especialmente en aquellos que siguen dietas restrictivas o tienen problemas de absorción de nutrientes. También son más propensos:

  1. Recién nacidos: Los bebés nacen con niveles bajos de vitamina K y su flora intestinal, necesaria para su producción, aún no está completamente desarrollada.
  2. Personas con enfermedades hepáticas: El hígado juega un papel crucial en el metabolismo de la vitamina K, por lo que una enfermedad hepática puede afectar su utilización.
  3. Pacientes con enfermedades intestinales crónicas: Las afecciones como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa pueden afectar la absorción de nutrientes, incluyendo la vitamina K.
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¿Cuáles son los síntomas de la deficiencia de vitamina K?

Los síntomas de la deficiencia de vitamina K pueden variar ampliamente dependiendo de la gravedad de la deficiencia. En casos leves, puede que no se presenten síntomas aparentes. Sin embargo, a medida que la deficiencia empeora, los síntomas más comunes son aquellos relacionados con la alteración de la coagulación sanguínea. Estos pueden incluir:

  1. Hemorragias nasales frecuentes o prolongadas.
  2. Sangrado excesivo tras una herida o cirugía.
  3. Aparición de hematomas con facilidad.
  4. Sangrado en las heces o en la orina.

¿Cómo se diagnostica la deficiencia de vitamina K?

El diagnóstico de la deficiencia de vitamina K generalmente implica una evaluación de la historia clínica del paciente, incluyendo su dieta y medicamentos, además de un examen físico para detectar signos de sangrado. Las pruebas de laboratorio son cruciales para confirmar el diagnóstico y determinar la gravedad de la deficiencia. Estas pruebas pueden incluir:

  1. Prueba de tiempo de protrombina (PT): Mide el tiempo que tarda la sangre en coagularse.
  2. Prueba de tiempo de tromboplastina parcial activada (TTPa): Evalúa otro aspecto de la cascada de coagulación.
  3. Determinación de los niveles de factores de coagulación dependientes de vitamina K.

¿Cómo se trata la deficiencia de vitamina K?

El tratamiento de la deficiencia de vitamina K generalmente implica la administración de suplementos de vitamina K, ya sea por vía oral o intravenosa dependiendo de la gravedad de la deficiencia y la capacidad del paciente para absorberla. En casos de hemorragia activa, la administración intravenosa es necesaria para una respuesta rápida. Además de la suplementación, se debe abordar la causa subyacente de la deficiencia, como mejorar la dieta o el tratamiento de las enfermedades subyacentes que interfieren con la absorción o el metabolismo de la vitamina K.

  1. Suplementos de vitamina K oral o intravenosa.
  2. Modificación de la dieta para incluir alimentos ricos en vitamina K.
  3. Tratamiento de enfermedades subyacentes que afectan la absorción o el metabolismo de la vitamina K.

¿Qué ocasiona la hemorragia del recién nacido?

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Causas de Hemorragia en Recién Nacidos

La hemorragia en el recién nacido, también conocida como hemorragia neonatal, puede tener diversas causas, muchas veces interrelacionadas y de difícil diagnóstico. Es una condición seria que requiere atención médica inmediata debido a las posibles consecuencias para la salud del bebé. La severidad de la hemorragia dependerá de la cantidad de sangre perdida y la localización del sangrado. Un factor crucial es la identificación temprana de la causa subyacente para un tratamiento efectivo y evitar complicaciones a largo plazo.

Trastornos de la Coagulación

Los trastornos de la coagulación son una causa frecuente de hemorragia en recién nacidos. Estos trastornos impiden que la sangre coagule correctamente, lo que resulta en un sangrado prolongado o excesivo. La deficiencia de vitamina K es una causa común y prevenible, ya que esta vitamina es esencial para la producción de factores de coagulación. Otras causas pueden incluir:

  1. Deficiencia de factores de coagulación hereditaria: Como la hemofilia o la enfermedad de von Willebrand.
  2. Trombocitopenia: Un recuento bajo de plaquetas, las células sanguíneas responsables de la coagulación.
  3. Enfermedades hepáticas: El hígado juega un rol crucial en la síntesis de factores de coagulación, por lo que su mal funcionamiento puede afectar la coagulación.

Traumatismos durante el Parto

El proceso del parto puede ocasionar traumatismos en el recién nacido, lo que puede llevar a hemorragias. Estas lesiones pueden ser leves o graves, dependiendo de la fuerza y el tipo de trauma. El desgarro de vasos sanguíneos en el cuero cabelludo, el cerebro o los órganos internos son posibles consecuencias de un parto difícil o complicado por instrumentos como fórceps o ventosa. Algunas situaciones que incrementan el riesgo son:

  1. Parto prolongado o difícil: Aumenta la probabilidad de lesiones.
  2. Uso de fórceps o ventosa: Puede causar laceraciones y hemorragias.
  3. Presentación de nalgas o posición fetal anormal: Aumenta el riesgo de trauma durante el nacimiento.

Infecciones

Algunas infecciones pueden causar hemorragia en recién nacidos. La sepsis neonatal, una infección generalizada, puede provocar la disminución de plaquetas y afectar la función de la coagulación. La infección directa de los vasos sanguíneos también puede desencadenar hemorragias. Es crucial un diagnóstico rápido y un tratamiento antibiótico adecuado para controlar la infección y minimizar el riesgo de hemorragia.

  1. Septicemia: Infección generalizada que puede afectar la coagulación.
  2. Meningitis: Infección de las membranas que cubren el cerebro y la médula espinal.
  3. Infecciones intracraneales: Infecciones dentro del cráneo que pueden causar hemorragia intracraneal.

Hipoxia y Asfixia Perinatal

La falta de oxígeno durante el parto (hipoxia) o la asfixia perinatal pueden dañar gravemente los órganos del bebé, incluyendo el sistema de coagulación y provocar hemorragias. El daño a nivel celular derivado de la falta de oxígeno puede afectar la capacidad del cuerpo para coagular correctamente la sangre y aumentar la permeabilidad de los vasos sanguíneos. La severidad de la hemorragia dependerá de la duración y el grado de hipoxia.

  1. Daño cerebral: Puede causar hemorragia intracraneal.
  2. Daño en otros órganos: Puede afectar la coagulación y aumentar la fragilidad vascular.
  3. Disminución de la función plaquetaria: Afecta directamente la capacidad de coagulación.

Malformaciones Vasculares

Los recién nacidos pueden nacer con malformaciones vasculares que aumentan el riesgo de hemorragias. Estas malformaciones pueden ser congénitas, es decir, presentes desde el nacimiento. Las malformaciones arteriovenosas son un ejemplo de anomalía vascular que puede provocar hemorragias espontáneas o tras un trauma menor. Un diagnóstico precoz mediante ecografía u otras técnicas de imagen es fundamental para planificar el tratamiento.

  1. Hemangiomas: Tumores benignos de los vasos sanguíneos que pueden sangrar.
  2. Malformaciones arteriovenosas: Conexiones anormales entre arterias y venas que pueden sangrar fácilmente.
  3. Telangiectasias: Dilataciones de vasos sanguíneos pequeños que pueden ser fuente de sangrado.
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¿Qué corrige la vitamina K?

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La vitamina K corrige principalmente problemas de coagulación sanguínea. Su función principal en el cuerpo es activar ciertas proteínas que son esenciales para la coagulación, permitiendo que la sangre forme coágulos para detener las hemorragias. Una deficiencia de vitamina K puede resultar en una coagulación deficiente, aumentando el riesgo de sangrado excesivo, incluso ante pequeñas heridas. Además, la vitamina K juega un papel en la salud ósea, aunque su rol en este aspecto es menos conocido y estudiado que su papel en la coagulación.

Función principal de la vitamina K en la coagulación

La vitamina K es crucial para la activación de factores de coagulación dependientes de vitamina K (FCVK). Estos factores son proteínas que se encuentran en el plasma sanguíneo y son esenciales para la cascada de coagulación. La vitamina K actúa como cofactor en una enzima que modifica estos factores, permitiéndoles unirse al calcio y realizar sus funciones en la formación del coágulo. Sin suficiente vitamina K, estos factores no se activarán adecuadamente, resultando en una coagulación deficiente y un mayor riesgo de hemorragia.

  1. Factor VII: Participa en las primeras etapas de la cascada de coagulación.
  2. Factor IX: Forma parte de la vía intrínseca de la coagulación.
  3. Factor X: Es crucial tanto en la vía intrínseca como en la extrínseca de la coagulación.
  4. Factor II (protrombina): Es necesario para la formación de trombina, esencial para la conversión de fibrinógeno a fibrina (la base del coágulo).
  5. Proteína C y Proteína S: Actúan como reguladores de la coagulación, previniendo la coagulación excesiva.

Consecuencias de la deficiencia de vitamina K

La deficiencia de vitamina K puede tener consecuencias graves, especialmente en la capacidad de coagulación. Esto puede llevar a un aumento del riesgo de hemorragias espontáneas o prolongadas después de una lesión menor. Los síntomas pueden variar desde hematomas fáciles hasta sangrados más severos, incluso hemorragias internas. En bebés recién nacidos, la deficiencia de vitamina K puede causar hemorragia intracraneal, una condición potencialmente mortal. Por lo tanto, es crucial asegurar un adecuado aporte de vitamina K, especialmente en grupos de riesgo.

  1. Hemorragias espontáneas: Aparición de moretones o sangrados sin causa aparente.
  2. Sangrado prolongado: Dificultad para detener el sangrado después de una herida o cirugía.
  3. Sangrado gastrointestinal: Sangrado en el estómago o intestino.
  4. Menorragia (flujo menstrual abundante): En mujeres, puede manifestarse como un periodo menstrual más abundante de lo normal.
  5. Hemorragia neonatal: Sangrado en recién nacidos debido a la baja reserva de vitamina K.

Alimentos ricos en vitamina K

Una dieta rica en verduras de hoja verde oscuro suele ser suficiente para mantener niveles adecuados de vitamina K. Sin embargo, la absorción de vitamina K puede verse afectada por ciertos factores, como la mala absorción de nutrientes o el uso de ciertos medicamentos. Es importante consumir una variedad de alimentos para asegurar la ingesta adecuada. Los suplementos de vitamina K sólo deberían usarse bajo supervisión médica.

  1. Espinacas: Una excelente fuente de vitamina K.
  2. Col rizada: Otra verdura de hoja verde rica en vitamina K.
  3. Brócoli: Contiene una cantidad significativa de vitamina K.
  4. Coles de Bruselas: Buen aporte de vitamina K.
  5. Perejil: Una hierba aromática rica en vitamina K.

El papel de la vitamina K en la salud ósea

Aunque menos conocido que su rol en la coagulación, la vitamina K también participa en el metabolismo óseo. Interviene en la activación de proteínas que ayudan a regular la mineralización ósea, influyendo en la formación y mantenimiento de los huesos. Se cree que puede contribuir a la prevención de osteoporosis y fracturas. Sin embargo, la evidencia científica sobre este aspecto es aún más limitada y requieren estudios adicionales para comprender completamente su función en la salud ósea.

  1. Osteocalcina: Una proteína ósea dependiente de la vitamina K, que juega un papel clave en la mineralización ósea.
  2. Matriz extracelular: La vitamina K contribuye a la formación de la matriz ósea.
  3. Mineralización: Influye en el depósito de calcio en los huesos.
  4. Prevención de la osteoporosis: Se investiga su posible papel en la prevención de la pérdida ósea.
  5. Reducción del riesgo de fracturas: Se estudia su impacto en la disminución del riesgo de fracturas.

Interacciones medicamentosas y otros factores que afectan la vitamina K

Algunos medicamentos, como los anticoagulantes orales (como la warfarina), interactúan con la vitamina K. Un consumo excesivo o deficiente de vitamina K puede afectar la eficacia de estos fármacos. Es crucial mantener una ingesta estable de vitamina K si se está tomando warfarina para prevenir fluctuaciones en el nivel de coagulación. Otros factores como la malabsorción intestinal, ciertas enfermedades hepáticas o la ingesta de antibióticos también pueden afectar los niveles de vitamina K.

  1. Anticoagulantes orales (warfarina): La vitamina K es un antagonista de la warfarina, por lo que la ingesta inconsistente de vitamina K puede interferir con su efecto anticoagulante.
  2. Antibióticos: Algunos antibióticos pueden alterar la flora intestinal, que produce parte de la vitamina K.
  3. Enfermedades hepáticas: El hígado juega un papel importante en el metabolismo de la vitamina K. La enfermedad hepática puede afectar su absorción y utilización.
  4. Malabsorción intestinal: Las enfermedades que afectan la absorción intestinal pueden reducir la cantidad de vitamina K absorbida de los alimentos.
  5. Uso prolongado de laxantes: El uso excesivo de laxantes puede interferir con la absorción de nutrientes, incluyendo la vitamina K.

¿Por qué es importante la vitamina K para los recién nacidos?

La vitamina K es crucial para la coagulación sanguínea. Los recién nacidos tienen niveles bajos de vitamina K al nacer, lo que los hace más susceptibles a hemorragias. Administrar una dosis de vitamina K al nacer ayuda a prevenir la enfermedad hemorrágica del recién nacido (EHRN), una condición potencialmente grave que puede causar sangrado interno.

¿Cómo se administra la vitamina K a los recién nacidos?

La forma más común de administrar vitamina K a los recién nacidos es mediante una inyección intramuscular en el muslo. Esta inyección se suele administrar en la sala de partos, poco después del nacimiento. Existen también otras formas de administración como por vía oral, pero la inyección intramuscular es la más efectiva para asegurar una rápida y adecuada absorción.

¿Existen riesgos asociados con la inyección de vitamina K?

Aunque son raros, algunos bebés pueden experimentar efectos secundarios menores como un pequeño hematoma en el lugar de la inyección, leve hinchazón o dolor. Estos síntomas generalmente desaparecen rápidamente. Las reacciones alérgicas graves a la vitamina K son extremadamente infrecuentes. Los beneficios de prevenir la EHRN superan ampliamente los posibles riesgos asociados con la inyección.

¿Qué sucede si mi bebé no recibe la inyección de vitamina K al nacer?

Si tu bebé no recibe la inyección de vitamina K al nacer, tiene un riesgo significativamente mayor de desarrollar la enfermedad hemorrágica del recién nacido (EHRN), que puede causar sangrado grave e incluso la muerte. Es importante hablar con tu médico si tienes alguna duda o preocupación sobre la administración de la vitamina K a tu bebé.

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